Miguel Ángel Pallares Gómez
Más de dos mil municipios en el país no cuentan con una sola sala de exhibición de cine. Esa situación da la oportunidad a un nuevo negocio: abrir salas en esos lugares pero a un precio más accesible del que se ofrece en las grandes ciudades.
Fue esa necesidad de acercar el cine a la población en México una de las motivaciones que llevó al actor y director de cine Alfonso Arau, hace casi dos años, a crear Cinelux Digital, un proyecto de franquicias para instalar salas cinematográficas en ciudades poco pobladas.
"Un grupo de cineastas y yo iniciamos un estudio sobre el estado actual del cine, de ahí surgió una noticia alarmante: 80 por ciento de los mexicanos no tiene acceso al cine. Esto es una tragedia nacional desde el punto de vista cultural. Ahí comenzó la idea de hacer pequeños cines para las poblaciones pequeñas", explicó.
Actualmente existen sólo cuatro participantes de este mercado: Cinemagic, Mi Cine de Cinépolis, Cinelux Digital y proyectos independientes.
Arau señaló que "ahora sólo hay cines grandes, complejos de 18 salas en plazas ricas y con precios caros. Se han acabado los cines de antes". Añadió que con su proyecto busca que cualquier persona pueda adquirir, construir y operar un cine a la vanguardia digital. "Nuestros cines ya no manejan el formato de 35 milímetros, son digitales", dijo.
Actualmente en Teoloyucan, Estado de México, se construye el primer cine piloto de Cinelux. Con 98 por ciento de avance en los trabajos se espera que se inaugure el próximo mes de julio. Aún no inicia el proceso de franquiciar.
El objetivo de su empresa es tener entre ocho y diez unidades instaladas para 2012 e iniciar el próximo año una verdadera expansión. En esta etapa de iniciación el proyecto ha recibido apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la Cineteca Nacional y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El valor de cada franquicia rondará los diez millones de pesos e incluiría los equipos, costos de franquicia y capital de trabajo. "Las personas sólo tienen que aportar el terreno -mil metros mínimo- y nosotros construimos", agregó.
"El potencial es que hay más de tres mil poblaciones en el territorio nacional sin acceso al cine, por lo tanto hacen falta más de tres mil unidades. Cada población financiaría su propio cine. Los precios al público van desde 20 a 35 pesos, y 40 pesos en tercera dimensión", detalló.
Ver de todo
El tipo de películas a exhibir en las unidades de Cinelux Digital incluiría películas de estreno y se tiene la intención de apoyar a películas mexicanas, así como al cine de arte.
Diego Elizarraraz, presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF), explicó que el proyecto Cinelux Digital puede ser exitoso porque se enfoca en un mercado no atendido o donde las grandes cadenas no están interesadas, por lo que en lugar de participar en un nuevo nicho de negocio ha creado uno diferente.
A escala internacional, aseguró, el modelo de Cinelux es único, aunque hay iniciativas de cine alternativo o modelos donde llevas el cine a la calle. El crecimiento de Cinelux dependerá del modelo de inversión, rentabilidad y agresividad de los empresarios, agregó.
Cinemagic
Otro proyecto de cine de bajo costo que opera desde hace más de diez años en el país es Cinemagic, que actualmente tiene 11 complejos y 52 pantallas.
Roberto Quintero, director general de la compañía, aseguró que el potencial para este tipo de negocios se puede entender en dos formas: "en el tema social, lo que se puede lograr en México es democratizar el cine, va a ser una transformación positiva, lo entendemos como cultura y arte. En el tema económico, el 10 por ciento de los mexicanos genera el 90 por ciento de las asistencias al cine, por lo que 90 por ciento de los mexicanos no asiste a las salas", detalló.
"Es un modelo de negocio con mucho potencial de crecimiento, no sólo en México sino fuera del país. Los márgenes son atractivos aunque la inversión inicial no es barata", comentó.
Su compañía considera que se pueden generar 40 millones de asistencias adicionales en un periodo de tres años. En 2011, Cinemagic registró 850 mil asistencias en taquilla y obtuvo ventas por 70 millones de pesos; su inversión para este y el próximo año rondará los 50 millones de dólares.
El directivo previó que en 2012 la compañía duplicará sus ventas hasta llegar a los 140 millones de pesos y con los nuevos complejos instalados en 2013 sus ingresos alcanzarán los 280 millones de pesos. Los factores que impulsarán el crecimiento, agregó, son instalar complejos de calidad, exhibir películas de estreno e impulsar el cine mexicano.
A la fecha, la compañía cuenta con 11 unidades propias con 52 pantallas (cada complejo tiene más de una pantalla) y han abierto este año tres unidades con 18 pantallas. "En 2012 queremos abrir cinco unidades más y nuestro plan para 2013 es contar con otros 13 complejos", adelantó.
La inversión por unidad es de 2.5 millones de dólares y la capacidad instalada es de mil butacas. Cinemagic inició con el apoyo de inversionistas "ángeles", es decir, un grupo de cineastas que los apoyaron; actualmente obtienen financiamiento a través de fondos de inversión privados.
Sobre el costo de instalar u operar una de sus unidades, Quintero indicó que los terrenos en comunidades pequeñas son más baratos y la compañía hace un esfuerzo constante por bajar costos y eficientar sus procesos. En este momento sus márgenes de ganancia están arriba del 24 por ciento. 4
Cinemagic tiene precios en taquilla promedio entre 34 y 35 pesos, y el precio de los alimentos representan un ahorro de 30 por ciento en comparación con las grandes cadenas: "esos precios te obligan a ser eficiente y austero en las operaciones", dijo Quintero. La compañía tiene 298 colaboradores y cada complejo generará unos 17 empleos directos.
Aunque la compañía ha intentado explorar el tema de franquicias, no han logrado ejecutarlo con éxito. "Tenemos dudas respecto a si eso legalmente es viable, pero la posibilidad está sobre la mesa", agregó.
Maximiliano García Pérez, director general de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), dijo que apenas comenzaron a recibir información sobre los formatos de bajo costo y aseguró que la oportunidad de crecimiento para estas empresas radica en que sólo 145, de los casi dos mil 500 municipios del país, tienen salas de exhibición.
"Tiene un gran potencial; el cine sigue siendo diversión fuera de casa muy demandada por el mexicano. Las visitas a las salas crecen de manera muy importante año con año, al cierre de abril pasado teníamos un incremento de 9.4 por ciento en asistencias", opinó.
Según datos de Canacine, las zonas y ciudades del país con mayor asistencia al cine en general son el Distrito Federal y el área metropolitana, también Guadalajara, Monterrey, Puebla, Tijuana, Toluca, Mérida, Cancún.
El directivo explicó que para considerar un proyecto como de bajo costo no sólo se debe considerar sus precios en taquilla, sino también un menor desembolso en la inversión y el tamaño de los complejos.
De las grandes cadenas, hasta el momento sólo Cinépolis cuenta con este tipo de formato. Cinelux, de Arau, actualmente recibe asesoría de parte de la cámara para desarrollar su negocio y no es miembro de Canacine.
¿Dónde instalarse?
Andrés Barradas, director de carrera del Tecnológico de Monterrey, consideró que México tiene un territorio extenso que permite encontrar terrenos donde instalar unidades de bajo costo. El potencial lo determinará la experimentación.
"Las grandes cadenas tienen un mercado bastante claro y lo han ido desarrollando a lo largo de los años con la internacionalización. Pero el cine no se debe perder y se debe mantener como un fenómeno social", manifestó.
El catedrático sostuvo que estas iniciativas podrían ser un impulso para el cine mexicano y previó que una de las ventajas a aprovechar en este momento son las redes sociales, las cuales han permitido impulsar películas y podrían ser aprovechadas en este mercado.
Ganarle a la piratería
De acuerdo con el presidente de la Canacine, el formato de franquicias es un modelo replicable y el tema de los costos ayuda porque con un precio popular de 20 a 30 pesos se combate de frente a la piratería.
"Además estas salas pueden ser de usos múltiples para obras de teatro o conciertos", expuso.
"El 80 por ciento de los negocios franquicias después de cinco años siguen vivos, los otros por su novatez y la necesidad de improvisar no sobreviven más que el primer año. Las franquicias de cine son una oportunidad para las personas, porque no sólo generan crecimiento económico, también permiten a las personas convertirse en empresarios", añadió.
Más de dos mil municipios en el país no cuentan con una sola sala de exhibición de cine. Esa situación da la oportunidad a un nuevo negocio: abrir salas en esos lugares pero a un precio más accesible del que se ofrece en las grandes ciudades.
Fue esa necesidad de acercar el cine a la población en México una de las motivaciones que llevó al actor y director de cine Alfonso Arau, hace casi dos años, a crear Cinelux Digital, un proyecto de franquicias para instalar salas cinematográficas en ciudades poco pobladas.
"Un grupo de cineastas y yo iniciamos un estudio sobre el estado actual del cine, de ahí surgió una noticia alarmante: 80 por ciento de los mexicanos no tiene acceso al cine. Esto es una tragedia nacional desde el punto de vista cultural. Ahí comenzó la idea de hacer pequeños cines para las poblaciones pequeñas", explicó.
Actualmente existen sólo cuatro participantes de este mercado: Cinemagic, Mi Cine de Cinépolis, Cinelux Digital y proyectos independientes.
Arau señaló que "ahora sólo hay cines grandes, complejos de 18 salas en plazas ricas y con precios caros. Se han acabado los cines de antes". Añadió que con su proyecto busca que cualquier persona pueda adquirir, construir y operar un cine a la vanguardia digital. "Nuestros cines ya no manejan el formato de 35 milímetros, son digitales", dijo.
Actualmente en Teoloyucan, Estado de México, se construye el primer cine piloto de Cinelux. Con 98 por ciento de avance en los trabajos se espera que se inaugure el próximo mes de julio. Aún no inicia el proceso de franquiciar.
El objetivo de su empresa es tener entre ocho y diez unidades instaladas para 2012 e iniciar el próximo año una verdadera expansión. En esta etapa de iniciación el proyecto ha recibido apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la Cineteca Nacional y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El valor de cada franquicia rondará los diez millones de pesos e incluiría los equipos, costos de franquicia y capital de trabajo. "Las personas sólo tienen que aportar el terreno -mil metros mínimo- y nosotros construimos", agregó.
"El potencial es que hay más de tres mil poblaciones en el territorio nacional sin acceso al cine, por lo tanto hacen falta más de tres mil unidades. Cada población financiaría su propio cine. Los precios al público van desde 20 a 35 pesos, y 40 pesos en tercera dimensión", detalló.
Ver de todo
El tipo de películas a exhibir en las unidades de Cinelux Digital incluiría películas de estreno y se tiene la intención de apoyar a películas mexicanas, así como al cine de arte.
Diego Elizarraraz, presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF), explicó que el proyecto Cinelux Digital puede ser exitoso porque se enfoca en un mercado no atendido o donde las grandes cadenas no están interesadas, por lo que en lugar de participar en un nuevo nicho de negocio ha creado uno diferente.
A escala internacional, aseguró, el modelo de Cinelux es único, aunque hay iniciativas de cine alternativo o modelos donde llevas el cine a la calle. El crecimiento de Cinelux dependerá del modelo de inversión, rentabilidad y agresividad de los empresarios, agregó.
Cinemagic
Otro proyecto de cine de bajo costo que opera desde hace más de diez años en el país es Cinemagic, que actualmente tiene 11 complejos y 52 pantallas.
Roberto Quintero, director general de la compañía, aseguró que el potencial para este tipo de negocios se puede entender en dos formas: "en el tema social, lo que se puede lograr en México es democratizar el cine, va a ser una transformación positiva, lo entendemos como cultura y arte. En el tema económico, el 10 por ciento de los mexicanos genera el 90 por ciento de las asistencias al cine, por lo que 90 por ciento de los mexicanos no asiste a las salas", detalló.
"Es un modelo de negocio con mucho potencial de crecimiento, no sólo en México sino fuera del país. Los márgenes son atractivos aunque la inversión inicial no es barata", comentó.
Su compañía considera que se pueden generar 40 millones de asistencias adicionales en un periodo de tres años. En 2011, Cinemagic registró 850 mil asistencias en taquilla y obtuvo ventas por 70 millones de pesos; su inversión para este y el próximo año rondará los 50 millones de dólares.
El directivo previó que en 2012 la compañía duplicará sus ventas hasta llegar a los 140 millones de pesos y con los nuevos complejos instalados en 2013 sus ingresos alcanzarán los 280 millones de pesos. Los factores que impulsarán el crecimiento, agregó, son instalar complejos de calidad, exhibir películas de estreno e impulsar el cine mexicano.
A la fecha, la compañía cuenta con 11 unidades propias con 52 pantallas (cada complejo tiene más de una pantalla) y han abierto este año tres unidades con 18 pantallas. "En 2012 queremos abrir cinco unidades más y nuestro plan para 2013 es contar con otros 13 complejos", adelantó.
La inversión por unidad es de 2.5 millones de dólares y la capacidad instalada es de mil butacas. Cinemagic inició con el apoyo de inversionistas "ángeles", es decir, un grupo de cineastas que los apoyaron; actualmente obtienen financiamiento a través de fondos de inversión privados.
Sobre el costo de instalar u operar una de sus unidades, Quintero indicó que los terrenos en comunidades pequeñas son más baratos y la compañía hace un esfuerzo constante por bajar costos y eficientar sus procesos. En este momento sus márgenes de ganancia están arriba del 24 por ciento. 4
Cinemagic tiene precios en taquilla promedio entre 34 y 35 pesos, y el precio de los alimentos representan un ahorro de 30 por ciento en comparación con las grandes cadenas: "esos precios te obligan a ser eficiente y austero en las operaciones", dijo Quintero. La compañía tiene 298 colaboradores y cada complejo generará unos 17 empleos directos.
Aunque la compañía ha intentado explorar el tema de franquicias, no han logrado ejecutarlo con éxito. "Tenemos dudas respecto a si eso legalmente es viable, pero la posibilidad está sobre la mesa", agregó.
Maximiliano García Pérez, director general de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), dijo que apenas comenzaron a recibir información sobre los formatos de bajo costo y aseguró que la oportunidad de crecimiento para estas empresas radica en que sólo 145, de los casi dos mil 500 municipios del país, tienen salas de exhibición.
"Tiene un gran potencial; el cine sigue siendo diversión fuera de casa muy demandada por el mexicano. Las visitas a las salas crecen de manera muy importante año con año, al cierre de abril pasado teníamos un incremento de 9.4 por ciento en asistencias", opinó.
Según datos de Canacine, las zonas y ciudades del país con mayor asistencia al cine en general son el Distrito Federal y el área metropolitana, también Guadalajara, Monterrey, Puebla, Tijuana, Toluca, Mérida, Cancún.
El directivo explicó que para considerar un proyecto como de bajo costo no sólo se debe considerar sus precios en taquilla, sino también un menor desembolso en la inversión y el tamaño de los complejos.
De las grandes cadenas, hasta el momento sólo Cinépolis cuenta con este tipo de formato. Cinelux, de Arau, actualmente recibe asesoría de parte de la cámara para desarrollar su negocio y no es miembro de Canacine.
¿Dónde instalarse?
Andrés Barradas, director de carrera del Tecnológico de Monterrey, consideró que México tiene un territorio extenso que permite encontrar terrenos donde instalar unidades de bajo costo. El potencial lo determinará la experimentación.
"Las grandes cadenas tienen un mercado bastante claro y lo han ido desarrollando a lo largo de los años con la internacionalización. Pero el cine no se debe perder y se debe mantener como un fenómeno social", manifestó.
El catedrático sostuvo que estas iniciativas podrían ser un impulso para el cine mexicano y previó que una de las ventajas a aprovechar en este momento son las redes sociales, las cuales han permitido impulsar películas y podrían ser aprovechadas en este mercado.
Ganarle a la piratería
De acuerdo con el presidente de la Canacine, el formato de franquicias es un modelo replicable y el tema de los costos ayuda porque con un precio popular de 20 a 30 pesos se combate de frente a la piratería.
"Además estas salas pueden ser de usos múltiples para obras de teatro o conciertos", expuso.
"El 80 por ciento de los negocios franquicias después de cinco años siguen vivos, los otros por su novatez y la necesidad de improvisar no sobreviven más que el primer año. Las franquicias de cine son una oportunidad para las personas, porque no sólo generan crecimiento económico, también permiten a las personas convertirse en empresarios", añadió.