El alto grado de penetración en el mercado mexicano de medicamentos genéricos anticipa una desaceleración de su dinamismo en los próximos años, en cambio, la venta de medicamentos biotecnológicos crecerá arriba del 10 por ciento en los siguientes ocho años. Se espera que dupliquen su participación en el mercado farmacéutico nacional en términos de valores.
La diferencia entre un medicamento biotecnológico, como las vacunas, y uno proveniente de síntesis química, como la aspirina, radica en que el primero se obtiene de un organismo vivo para su fabricación, mientras que el segundo proviene de reacciones químicas. El primer medicamento biotecnológico en el mundo fue la insulina y surgió a inicios de la década de los ochenta.
El tamaño del mercado de medicamentos biotecnológicos en el país varía. Para IMS Health el mercado en México asciende a nueve mil millones de pesos, mientras que PwC lo ubica entre siete y ocho mil millones de pesos. Ambas firmas coinciden en que este negocio representa alrededor del 4 y 5 por ciento del mercado mexicano, valuado en cerca de 180 mil millones de pesos.
Para 2020, según estimaciones de IMS Health, los biotecnológicos podrían representar el 10 por ciento del mercado en valores, mientras que a escala mundial representarían 25 por ciento. En tanto, PwC estima que los biotecnológicos podrían representar más de la tercera parte del mercado mexicano en el mediano plazo, aunque aclaró que es difícil establecer una fecha exacta.
Sandra Sánchez, directora general de la multinacional norteamericana Amgen -compañía especializada en biotecnología-, opinó que el potencial para desarrollar este negocio es inmenso, debido a la necesidad de una medicina más personalizada.
"Mientras el mercado farmacéutico de medicamentos de síntesis química crece entre 4 y 5 por ciento, el de biotecnológicos lo hace a ritmos de 20 y 25 por ciento. Y así seguirá", dijo, y aseguró que en Latinoamérica nuestro país se encuentra en segundo lugar, después de Brasil, en cuanto a venta de estos productos.
Por su parte, Antonio López de Silanes, director general de Grupo Silanes, indicó que su filial especializada en biotecnológicos Instituto Bioclón, alcanzó un crecimiento de más de 50 por ciento en sus ventas en 2011, mientras que la compañía sólo alcanzó un incremento de 6 por ciento.
El Instituto Bioclón se especializa en investigación, desarrollo y comercialización de antivenenos (Faboterápicos) para picaduras de animales ponzoñosos. La unidad representa el 20 por ciento de los ingresos de Silanes.
El directivo consideró que la biotecnología es la apuesta de la industria farmacéutica actual.
"La nueva generación de medicamentos y a lo que está apostando la industria farmacéutica, sobre todo las transnacionales, es a la biotecnología, porque logra resultados muy espectaculares", indicó.
"Los medicamentos clásicos son los obtenidos por síntesis química y ahora el nuevo paradigma es atender enfermedades difíciles con productos de corte biotecnológico, que por cierto son bastante complicados en su investigación y desarrollo, y relativamente más caros que los productos químico-farmacéuticos", explicó.
Una de las características principales de los biotecnológicos es permitir el tratamiento de una enfermedad de forma directa sólo en el tumor o área afectada, así como la desaparición de efectos secundarios por su uso.
Compañías
Ignacio García Téllez, especialista del sector salud de PwC, explicó que en el país existen dos compañías reconocidas como productoras de biotecnológicos: Silanes y Probiomed, mientras que en el mercado nacional hay cerca de 32 compañías participantes del mercado a través de importaciones.
Fernando del Río, director de consultoría para Latinoamérica de IMS Health, dijo que compañías como Roche, Pfizer, MSD, Pisa y otras encabezan el mercado biotecnológico en el plano internacional. También destacan las especializadas en el área biotecnológica Amgen y Biogen.
De acuerdo con el directivo, las áreas terapéuticas donde tienen mayor presencia los biotecnológicos son la oncología, artritis reumatoide, anemia y esclerosis múltiple, las cuales ocupan el 70 por ciento de las ventas de este mercado.
"Son enfermedades que en su gran mayoría llevan a la muerte o a la incapacidad de los individuos; son enfermedades que tienden a encontrarse en poblaciones de mayor edad", expresó.
Oportunidades
Pese a la necesidad en la población, los medicamentos biotecnológicos son afectados por la excesiva regulación en materia sanitaria en el país.
Sandra Sánchez, de Amgen, recomendó agilizar el proceso para que un medicamento esté disponible en instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el cual puede durar más de tres años. "México es el lugar donde más se tarda un medicamento en llegar a las personas", aseveró.
Para que un producto acceda al cuadro básico interinstitucional, se debe obtener el registro sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), así como la aprobación del Consejo de Salubridad General, sin embargo, el proceso se debe repetir para entrar al IMSS, ISSSTE o al Seguro Popular. 4
La directiva previó difícil que en el presente sexenio se resuelva el problema, aunque aseguró que el secretario de Salud, Salomón Chertorivski, está consciente de la situación. Propuso establecer una clave después de obtener la aprobación del consejo para poder acceder a cualquier institución pública más rápido.
Por otro lado, el pasado mes de abril entraron en vigor nuevas reglas para la investigación, fabricación y comercialización de los biotecnológicos en México.
De acuerdo con Fernando del Río, de IMS Health, esa regulación permitirá dar certidumbre jurídica a las compañías del sector: "aunque la regulación, por un lado, pone ciertos requisitos, también da certidumbre a las empresas para saber cuáles deben ser las características que debe tener su producto", añadió.
Biocomparables
Los medicamentos biotecnológicos tienen su contraparte genérica, llamados en nuestro país biocomparables. Para Fernando del Río el mercado de biocomparables o biotecnológicos no innovadores en nuestro país es incipiente con un valor de 300 millones de pesos, "pero la oportunidad radica en la apertura del mercado estadounidense, donde actualmente no se ha desarrollado esta industria".
"Empieza a existir regulación en los países sobre los medicamentos biocomparables y la pérdida de patente de estos productos en los siguientes cinco años, explotarán el mercado", agregó.
Para 2020, estimó, el mercado de biocomparables será de 20 mil millones de dólares y sus tasas de crecimiento rondarán el 8 por ciento anual.
Probiomed es la única compañía mexicana con una planta en el Estado de México que produce biocomparables.
Los costos son uno de los incentivos para los empresarios de este nuevo nicho de negocio, ya que un biotecnológico original tarda hasta 15 años en desarrollarse y necesita de mil 200 millones de dólares en promedio para su investigación, mientras que un biocomparable requiere hasta diez años para su desarrollo y una inversión de entre diez y 250 millones de dólares, según Jaime Uribe de la Mora, director general de Probiomed.
El directivo estimó que 18 diferentes empresas nacionales han obtenido registros de biocomparables y se han otorgado 61 registros sanitarios para este tipo de medicamentos de 1993 a 2012.
Consideró que para potencializar el crecimiento de este mercado se deben romper los mitos y paradigmas alrededor de la biotecnología, además de estar conscientes de que se pueden fabricar y comercializar medicamentos biotecnológicos en México de calidad y eficaces.
Para López de Silanes, una de las mayores oportunidades está en la globalización. "El producto que vendemos en México debe ser útil para todo el mundo", dijo, e indicó que sus exportaciones registran 57 por ciento de crecimiento en total en lo que va del año, comparado con 2011. De todas las unidades producidas por Silanes, el 20 por ciento se dedica a la exportación.
Móvil +52 55 2491 5511